Los representantes de personas trabajadoras pueden también adoptar un papel activo en la creación de espacios libres de violencia y acoso. Además de poder tomar todas las acciones sugeridas en caso de que sean testigos de la situación, a modo de ejemplo sugerimos aquí algunas más:

  • Ayudar a la empresa a incorporar enfoques nuevos sobre violencia y acoso; por ejemplo, el cambio de cultura o la intervención de testigos.
  • Ayudar a crear ambientes laborales que fomenten la retroalimentación honesta.
  • Promover debates internos para definir estrategias.
  • Crear espacios donde las personas trabajadoras pueden hablar sobre cuáles son comportamientos aceptables.
  • Convertirse en agentes de cambio y ejemplos para otras personas.
  • Participar en la formación de personas trabajadoras para que aprendan a intervenir en casos de violencia y acoso.
  • Participar en el diseño de materiales visuales para sensibilizar sobre el problema y soluciones.
  • Participar en el diseño de campañas informativas sobre la violencia y el acoso.
  • Alentar a las personas trabajadoras a intervenir en los incidentes.
  • Acudir con las víctimas al área de Recursos Humanos para hablar sobre incidentes ocurridos.
  • Ayudar a las víctimas a redactar denuncias.
  • Prestar apoyo a la víctima en lo que necesite.
  • Ofrecerle información sobre recursos a su alcance.
  • Hacer seguimiento a víctimas de acoso para garantizar que no sufren represalias.
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