Las personas supervisoras tienen un rol fundamental para prevenir y eliminar la violencia y el acoso en el trabajo. A continuación, ofrecemos algunos ejemplos de acciones concretas que se pueden fomentar entre las personas con responsabilidad.

  • Mantener una conducta intachable. Las personas supervisoras deben tratar con respeto a todas las personas trabajadoras y garantizar un comportamiento que persiga todos los valores de la empresa. Predicar con el ejemplo será el primer paso de un cambio cultural.
  • Ser un modelo para seguir. Necesitan inspirar, instruir y dar buen ejemplo.
  • Generar conversaciones. Deben ser capaces de mantener conversaciones informales sobre cómo tratar al resto de compañeros, cómo ayudarse mutuamente en el trabajo, cómo darse retroalimentación. Estas conversaciones deben mantenerse frecuentemente para generar esa confianza necesaria para no sentirse amenazado a la hora de comentar aquellos comportamientos inadecuados.
  • Generadores de espacios seguros. Deben crear unos espacios donde las personas trabajadoras se sientan cómodas para proporcionar retroalimentación y responsabilizarse mutuamente.
  • Intervenir directamente.Las personas supervisoras deben ser capaces de reaccionar inmediatamente y responder e intervenir en situaciones de violencia y acoso. Esa intervención inmediata servirá para i) reconocer la conducta como inadecuada, ii) que la persona agresora pare, iii) mostrar que no se tolera el acoso y la violencia y iv) alentar a otras personas a mostrar su desaprobación e intervención en el futuro.
  • Ser una persona de referencia para identificar el problema. Las personas supervisoras necesitan conocer en profundidad la temática de la violencia y el acoso para poder responder a las personas trabajadoras que recurran a ellas si una conducta es apropiada o no, ofrecer ejemplos y saber qué alternativas de intervención pueden adoptar los testigos.
  • Conocer los recursos existentes. Deben conocer qué medidas pueden tomar las víctimas y los testigos no solo dentro de la empresa, sino también fuera de ella en caso de querer denunciarlo u obtener más ayuda.
  • Ofrecer apoyo. Preocuparse por las necesidades de la víctima es una forma fundamental de ofrecer apoyo, reconocer la dificultad del momento, y mostrar que la empresa está comprometida con proteger a todas las personas trabajadoras y garantizar un ambiente libre de violencia y acoso.
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